Escrito
a una dama en apuros del siglo XVI:
Deseo fervientemente que me guarde el
primer baile… —no, demasiado típico.
Ardo en deseos de complacerla con un
agradable paseo por los viñedos… —tampoco, demasiado romántico
y caluroso, a estas alturas del año nos abrasaríamos con tanto sol. Mejor algo
más fresquito.
Me complacería invitarla a un paseo por el
lago… —no me gusta, eso es peligroso, podría caerse y
ahogarse si no sabe nadar. Luego me tengo que tirar yo a rescatarla. ¿Pero qué me pasa hoy? Bueno, deseo acabar pronto.
Querida dama del siglo XVII, deseaba
escribirle para que quedase conmigo, pero en realidad no veo qué hacer con una
dama, tengo mucho trabajo en mi siglo XXII, así que me despido de usted, no
hace falta que me conteste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario