miércoles, 7 de diciembre de 2016

Párrafo de Si me pierdo, tú me encuentras

Hoy os traigo un párrafo de mi novela, Si me pierdo, tú me encuentas. Me ha costado mucho decidir cuál sería el comienzo que os haría, pensé en empezar por una promesa, o con alguna frase de algún personaje del medio de la historia. Al final me decidí por el momento en el que la historia, y no hablo de libro y de lo que yo cuento, si no del momento en el cual trascurre la novela, todo cambia. A partir de esta acción, se modifica el futuro de todos y cada uno de los personajes, es la primera pieza del dominó que cae.
Esta acción no nos recuerda otra cosa que la crueldad de uno de los personajes, y el tesón de otros que solo aparecen en forma de recuerdo de algo pasado, un recuerdo marcado por la violencia, por la crueldad y sobre todo, por la mentira.


La empujó hacia su pelotón y estos la apresaron. Su marido, el rey, lloraba y suplicaba que la dejasen ir, sin saber que no era por ella por la que debía suplicar clemencia. No iba a ceder, cansado de sus súplicas, le clavó la espada en el pecho. Lo miró a los ojos, viendo como estos miraban al infinito y se volvían vidriosos, perdiendo la vida poco a poco.

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